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TERAPIA COGNITIVO CONDUCTUAL

 

La terapia que realizo sigue el enfoque cognitivo–conductual que vincula pensamiento, emociones y conducta. La terapia cognitivo-conductual es la estrategia de intervención clínica más utilizada actualmente en el mundo y con mejores resultados empíricamente demostrados. Actúa sobre las conductas, los pensamientos, las emociones y las respuestas fisiológicas disfuncionales del paciente.

Durante el proceso terapéutico utilizaré diversas estrategias (diálogo, preguntas, información sobre el problema o trastorno de que se trate, psicoeducación, etc.) que tienen por objeto la flexibilización y modificación de los esquemas disfuncionales y los pensamientos automáticos que se desprenden de éstos.

En la terapia cognitivo-conductual el terapeuta no permanece callado, con actitud expectante, no se mantiene distante ni como un desconocido. Por el contrario, fomentamos un vínculo humano afectuoso y de confianza dentro de los límites de la relación terapéutica.

La primera sesión es una toma de contacto en la que se plantea el problema a tratar y se hace una evaluación inicial del mismo.

En sucesivas sesiones puede ser necesario que contestes a algún tipo de test con el fin de realizar una evaluación psicológica más completa que ayude a identificar más a fondo la raíz del problema, lo que llevará a determinar un diagnóstico. Y por último, se desarrollará un plan de acción (plan de acción en el que se enseñarán estrategias para practicar entre sesiones hasta alcanzar el objetivo propuesto).

Estas tres etapas de la terapia: evaluación, diagnóstico y tratamiento, constarán de una o varias sesiones cada una de ellas, que variarán según el avance de cada persona. Es importante saber que si el paciente no colabora activamente la terapia fracasa.

En terapia es muy importante que el paciente exponga con total sinceridad todos los temas que se traten durante las sesiones, ya que ello facilita la comprensión real del problema y  reduce el tiempo que se necesita para alcanzar los objetivos propuestos, lo cual redunda en beneficio del paciente. Todos los temas tratados gozan de total y absoluta confidencialidad, quedando amparados por el secreto profesional (todas las intervenciones se realizan de acuerdo con el Código Deontológico de la Psicología, donde se recoge explícitamente la privacidad total del cliente y el secreto profesional).

 

 

 

 

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